28 febrero 2019

Barras de pan muy largas de nombre francés

Ahora venden unas barras de pan muy largas, de nombre francés, que si no las partes por la mitad se salen de la bolsa de plástico y se arrojan al suelo antes de llegar a casa...

Suicidios
Juan José Millás

25 febrero 2019

Los viajes de las especias

El Beagle, de 27 metros de eslora, era un barco pequeño, pero equipado hasta arriba: llevaba desde miles de latas de carne en conserva hasta los instrumentos de prospección más modernos. FitzRoy había insistido en llevar 22 cronómetros para medir el tiempo y la longitud, y conductores de rayos para proteger el barco. El Beagle llevaba azúcar, ron y guisantes secos además de los remedios habituales contra el escorbuto, como pepinillos y zumo de limón. "En la bodega no cabía apenas un saco de pan más", escribió Darwin, admirado por el aprovechamiento del espacio.

La invención de la naturaleza
Andrea Wulf

23 febrero 2019

Un trago de café

Es una realidad que abandoné hace siglos. Pero aquí está mi compañero Luis como si nada hubiera cambiado... El bulto es una manta; la desenrolla y saca lo que hay dentro.
-La manta no es para que plantes aquí tu campamento -dice-. Ha sido cosa de Cipriana. La tienes en un ay.  Te esperaba hoy, como siempre. "Algo serio le ha pasado", me ha dicho. Cuando le dije que venía, me dio la manta y esto.
Es un termo caliente. Lo abro y tomo un trago de café. Lo necesitaba.

La higuera
Ramiro Pinilla

19 febrero 2019

Martel Perrier y pato lacado

Llegan las consumiciones. Reina el silencio general. Nadie le presta atención ni ellos ni la niña. Es así.
Hay de repente, por el contrario, como un gusto por la vida, por jugar a eso: vivir.
El hermano mayor pide un segundo Martel Perrier. La madre no toca el suyo, se lo da a su hijo mayor. Nadie se extraña de esa maniobra materna.
Pedido general de los platos. Pato lacado. Sopas chinas de aleta de tiburón, crêpes de pasta de gambas.

El amante de la China del norte
Marguerite Duras

16 febrero 2019

Té y bola de arroz

-¿Sucede algo? -le preguntó en voz baja a Oboshi.
Este se puso en pie negando con la cabeza y le pasó una taza humeante, parecía relajado.
-Cuando termine de desayunar le mostraré algo, señorita Tanaka.
Una vez apuró su té y una bola de arroz, siguió a su guía en silencio.

El viaje de Tanaka
David Cantero

14 febrero 2019

Hasta las tetas de comer cocido

Al principio, ellas se conformaban con que las invitaras a merendar, un batido de chocolate y un cruasán, decían, y con eso se ponían como locas, porque no pasaban hambre en su casa, pero nunca veían un bollo, ni bombones, ni pasteles, esa clase de lujos superfluos, y estaban hasta las tetas de comer cocido todos los días, como es natural...

Atlas de geografía humana
Almudena Grandes

12 febrero 2019

Pedí una sopa y un filete

Así que decidí entrar en un restaurante barato, muy mal iluminado, que vi cerca del tercer espacio intercostal. Pedí una sopa y un filete y me fui sin tomar café, porque en la mesa de al lado había un sujeto con cara de desesperación que hacía mucho ruido al masticar.

En el pasillo
Juan José Millás

10 febrero 2019

Picnic

Sobre un papel de estraza que Cipriana extendió en el suelo, fue repartiendo su carga: una grasienta tortilla de patatas, bajo una capa de pimientos verdes fritos, dentro de un pan redondo abierto por la mitad; un bizcocho con pasas; seis manzanas y una bolsa de ciruelas rojas; dos botellas de agua y una de vino. El pan era blanco; me dijo Cipriana que lo hacen para los mandos. "Al pueblo le disteis blanco los primeros tres días de vuestra liberación. Luego, vuelta al negro y sólo un chusquito por cabeza", me dijo.

La higuera
Ramiro Pinilla

08 febrero 2019

Lichis en almíbar

Comen todos en silencio. Comen "exageradamente". Comen "igual" los cuatro, incluso la niña.
El chino ve la mirada de la niña sobre ellos, los de esa familia, mirada de amor y de alegría sobre ellos finalmente afuera, fuera de la casa de Sadec, del puesto, por fin sueltos en las calles, expuestos a todas las miradas, relamiéndose con lichis en almíbar.

El amante de la China del norte
Marguerite Duras

06 febrero 2019

Barcos llenos de especias

Con Europa desgarrada por as guerras napoleónicas, la economía de Estados Unidos estaba en plena expansión, porque, al ser una nación neutral -al menos por aquel entonces-, suministraba gran parte de los bienes que consumía el mundo. Barcos llenos de especias, cacao, algodón, café y azúcar recorrían los mares, desde Norteamérica hasta el Caribe y de allí a Europa y las Indias Orientales.

La invención de la naturaleza
Andrea Wulf

04 febrero 2019

Comer de sobras varios días

Cuando mi abuela Pilar decidía preparar la carne que había sobrado del cocido con una salsa de tomates y pimientos verdes fritos, la tía Piluca no dudaba de que era mejor aprovecharla para hacer un revuelto con media docena de huevos, y entonces mi madre opinaba que resultaría mucho más sabrosa si se rehogaba con un poco de aceite y cebolla picada. Ninguna de ellas cedía terreno en la primera media hora pero, por muchos chillidos que provocara el aspecto metodológico de la cuestión, lo que no se discutía jamás era que íbamos a comer sobras durante dos o, con un poco de suerte -como solía puntualizar alguna-, hasta tres días. Así pasó mi infancia.

Atlas de geografía humana
Almudena Grandes

02 febrero 2019

Teníamos hambre

El chófer trae la bandeja. La deja encima de la mesa. Parrillada y sopa. Comen. Y hablan. Se miran.
El chino sonríe:
-Estamos cansados. Es agradable.
Sí. Teníamos hambre también, sin saberlo.

El amante de la China del norte
Marguerite Duras