
-La lengua ucraniana me recuerda al griego antiguo por su suavidad y agradable sonido.
Ese comentario halagó a la señorita, quien empezó a decirle persuasiva y emotivamente que tenían una granja en el distrito de Gadyach y que su mamá vivía en ella. ¡Y había que ver las peras, los melones y los kabaki que allí tenían! Y que los ucranianos llamaban kabaki a las calabazas, palabra que en ruso significa tabernas, en tanto que las tabernas las llaman shinki. Y hacen un borsch con tomates y berenjenas como para chuparse los dedos de lo rico que está. ¡Pero qué rico!
El hombre enfundado
Antón Chéjov
(Within The Garden. William Templeton)