Andréi Yefímyh no lee tan aprisa ni con tanto ímpetu como lo hacía Iván Dmítrich cuando leía; por el contrario, lee con lentitud y penetración, deteniéndose a menudo en los párrafos que le gustan o que no entiende. Siempre tiene junto al libro una garrafilla de vodka, y sobre el mantel, sin plato, un pepinillo en salmuera o una manzana macerada. Cada media hora, sin levantar los ojos del libro, llena una copa de vodka, se la bebe, y sin mirar, a tientas, coge el pepinillo y muerde un trocito.
El pabellón número 6
Anton Chéjov
(Mimmo Paladino)
No hay comentarios:
Publicar un comentario