En la chocilla los niños del melonero esperan impacientes el primer fruto, como un regalo de la tierra. Van desmenuzando terrones, arrancando la grama tenaz, alisando las calles entre las matas. Espían hoja a hoja, el fruto esperado. Y el primer melón, los pondrá perdidos de churretes, goteantes las manos de azúcar líquida, brillantes los ojos.
Los melonares
José Antonio Muñoz RojasRevista Litoral nº 241. Poesía a la carta
No hay comentarios:
Publicar un comentario