30 agosto 2019

Un helado de frambuesa

El sol le recompuso el rostro apenas estuvo afuera. Reconocíó el mar, la Promenade des Anglais, los autos, las viejas palmeras, y recordó que era una mujer engañada. Fue a sentarse en el primer café cerca del Casino (era, por otra parte, la primera vez que Angela di Stéfano se  sentaba sola en un café) y puso el bolso entre sus piernas bien apretadas, antes de pedir al camarero, con una voz apagada, un helado de frambuesa.

El gato y el casino
Francoise Sagan

27 agosto 2019

Tres sardinas de una lata

-Allí quedaron Patricio Sarria, Bruno Jauregui y Marcos Altube-. No eran palabras sino excreciones de una mente resquebrajada-. Estaban conmigo, íbamos a comer las tres sardinas de una lata. Sólo pude despedirme de ellos con la mirada, sólo pude dejarles mi sardina. Allí quedaron. ¿Por qué yo y no ellos?

La higuera
Ramiro Pinilla

(Chema Madoz)

25 agosto 2019

La lista de la compra

Después me fijé en el papel que asomaba del bolsillo de su camisa, una hoja cuadriculada, arrancada de un bloc, doblada en cuatro, cinco líneas escritas a lápiz con una caligrafía picuda de colegio de monjas y una sola falta de ortografía. "1/4 de leche. 1/2 de arina. 1/2 de huevos. 2 huesos de jamón. Y el pan."

Los pacientes del Doctor García
Almudena Grandes

22 agosto 2019

Banquete insípido

Ilaria y sus amigas me parecían las invitadas de un banquete afligidas por un fuerte resfriado: por educación comían todo lo que les ofrecían, pero sin percibir su sabor. Zanahorias, asados y pastelitos tenían para ellas el mismo sabor.

Donde el corazón te lleve
Susanna Tamaro

(Fiesta de disfraces. Guillermo Lorca)

20 agosto 2019

Bebidas de sobremesa

Ha sido una sobremesa larga: tute, dominó, coñac, anís y vodka ruso traído de fuera, puros y café, palabrería cada vez más ruidosa, y yo, intentando que todo ello me apartara de un único pensamiento. Cuando este pensamiento mojaba de sudor mis manos, mis ojos se dirigían a Cipriana y siempre encontraba su mirada.

La higuera
Ramiro Pinilla

18 agosto 2019

Huevos fritos con tocino

Parecía exhausta de furia y de llanto, pero cuando me oyó quedar con Experta en el cementerio a las dos y medias, se levantó de un salto y me agarró del abrigo con tanta fuerza como si hubiera desayunado huevos fritos con tocino después de dormir nueve horas.

Los pacientes del Doctor García
Almudena Grandes

17 agosto 2019

Letras comestibles

Azafrán. José Manuel García Marín, 2007. Cinco cuartos de naranja. Joanne Harris, 2001. Como agua para chocolate. Laura Esquivel, 1989. Cortados, solos y con (mala) leche. Carmen Rico-Godoy, 1999. Duelo de caracoles. Pere Joan y Sonia Pulido, 2010. Desayuno con diamantes. Truman Capote, 1958. El almuerzo desnudo. William Burroughs, 1959. El caramelo de limón. Medardo Fraile, El laberinto de las aceitunas. Eduardo Mendoza, 1982. El pan desnudo. Mohamed Chukri, 2002. El papel de las especias (y de la pimienta en particular) en el desarrollo económico de la Edad Media. Carlo M. Cipolla, 1988. El sabor de las pepitas de manzana. Katharina Hagena, 2011. El arte de desgranar alubias. Wieslaw Mysliwski. 2011
El tonel de aceite. Julio Ramón Ribeyro, 1953. El vendedor de naranjas. Fernando Fernán Gómez, 1986. El vino de la juventud. Jonh Fante, 2013. El Vino. Historia, Arte, Literatura. Revista Litoral
Entre limones. Chris Stewart, 1999. Filetes de lenguado. Gerald Durrell, 1971. Gabriela, clavo y canela. Jorge Amado, 1958. Hoy caviar, mañana sardinas. Carmen y Gervasio Posadas. 2007. La felicidad es un té contigo. Mamen Sánchez,  2013. La hermandad de la uva. John Fante, 2008. La piel de los tomates. José Jiménez Lozano, 2007. Las uvas de la ira. John Steinbeck, 1939. Leche caliente. Deborah Levy, 2018. Leyendas del azafrán. Pat Willard, 2008. Los merengues. Julio Ramón Ribeyro, 1952. Melocotones helados. Espido Freire, 1999. Memorias del miedo y el pan. Antonio Rodríguez Almodóvar, 2018. Miel del desierto. Edith Pearlman, 2017. Miel y almendras. Maha Akhtar, 2012. Mortadella. Christoph HänsliNo pidas sardina fuera de temporada. Andreu Martin/Jaume Ribera, 1986. Palabras de caramelo. Gonzalo Mouro, 2004. Pelando la cebolla. Günter Grass, 2006. Poesía a la carta. Revista Litoral. Reflexiones de Robinsón ante un bacalao. Manuel Vázquez Montalbán, 1995. Réquiem con tostadas. Mario Benedetti, 1968. Sabor a chocolate. Jose Carlos Carmona, 2008. Si te comes un limón sin hacer muecas. Sergi Pamies, 2007. Sopa de palillo de morcilla. Hans Christian Andersen.. Todo lleva carne. Peio H. Riaño. 2008. Tortilla Flat. John Steinbeck. 1935. Tormenta de especias. Lamiae el Amrani, 2010. Tres manzanas cayeron del cielo. Micheline Aharoniam Marcom.. Un buen bistec. Jack London. 2005. Un día perfecto para el pez plátano. J. D. Salinger, 1948. Un día sin pan. Medardo Fraile

Aquí hay un batiburrillo de libros en los que la comida está presente, bien en el título, o de un modo más profundo porque el placer de la degustación se encuentra en ellos; pero no son libros de recetas al uso, aunque algunos las tienen.
TODAS LAS APORTACIONES SERÁN BIENVENIDAS

16 agosto 2019

Chiles en nogada

En caso de un apuro económico, ahí estaba mi papá. Siempre sonriente, siempre atento, siempre dispuesto a ayudar, ya fuera a llevar a mis hijos a la escuela, a pelar nueces para los chiles en nogada, o a acompañarme al mercado de pulgas de La Lagunilla, a lo que fuera, mi papá desde que abría los ojos hasta que los cerraba, estaba dispuesto a servir a los demás.

Tan veloz como el deseo
Laura Esquivel

11 agosto 2019

Comida de resistencia

Vizcaya no secundó el glorioso Alzamiento y el padre de Pedro Alberto fue encarcelado en el barco-prisión Altuna Mendi, en la ría de Bilbao. Entonces Pedro Alberto ocultó a la familia en un confín del País Vasco, de donde ha regresado hace sólo cuatro días. Él se negó a abandonar el palacio, así pasó los nueve meses de terror rojo. Cerró puertas y ventanas y nadie sospechó que lo habitaban. En los dos o tres saqueos que sufrió, los milicianos no buscaban personas sino objetos de valor. Pedro Alberto se alimentó del abundante laterío, jamones y chorizos, almacenado en lugar seguro, y nadie cortó el agua.

La higuera
Ramiro Pinilla

(Breakfast-in-Grebbestad. Mathias Inks)

03 agosto 2019

Un café y adiós

Cuando me ausento un rato, al acabarse
una visita de obra en algún barrio extraño
y entro a tomar un café en un pequeño bar
donde no me conocen, pienso que soy
alguien que se está yendo para no volver.

La aventura
Joan Margarit

(Taza de té. Gonzalo Tassier)