Vizcaya no secundó el glorioso Alzamiento y el padre de Pedro Alberto fue encarcelado en el barco-prisión Altuna Mendi, en la ría de Bilbao. Entonces Pedro Alberto ocultó a la familia en un confín del País Vasco, de donde ha regresado hace sólo cuatro días. Él se negó a abandonar el palacio, así pasó los nueve meses de terror rojo. Cerró puertas y ventanas y nadie sospechó que lo habitaban. En los dos o tres saqueos que sufrió, los milicianos no buscaban personas sino objetos de valor. Pedro Alberto se alimentó del abundante laterío, jamones y chorizos, almacenado en lugar seguro, y nadie cortó el agua.
La higuera
Ramiro Pinilla
(Breakfast-in-Grebbestad. Mathias Inks)
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