Los ingredientes son: berenjena, leche, harina, ajo, perejil, pimienta, queso rallado, sal, colorante, miel de caña.
Lo primero es pelar la berenjena, cortarla a cuadraditos y ponerla a cocer con agua y sal. Cuando esté, se deja en un escurridor, presionando para que pierda toda el agua.
A continuación se prepara la masa del buñuelo; de las medidas no me preocupé nunca, así que son un poco orientativas nada más. Yo hago normalmente una berenjena hermosa, o dos sin son pequeñas, y salen 16-20 buñuelitos, suficiente para cuatro personas, por ejemplo.
En un bol se echa un cuarto de litro de leche fría y se le va incorporando harina poco a poco y removiendo hasta adquirir una consistencia líquida, acuosa todavía, pero ya con cuerpo. Se le añade una pizca de colorante, otra de bicarbonato, sal, ajo picado, perejil picado y pimienta molida; se puede añadir, aunque no es imprescindible, queso rallado.
Se mezcla todo bien, se deja reposar unos 10-15 minutos.
En una sartén con aceite de girasol muy caliente se van echando cuidadosamente cada buñuelo, que es la porción que puede cogerse con una cuchara.
Se fríe todo muy bien y se come recién hecho.
Se puede acompañar de miel de caña, mermelada de kumquat, confitura de cebolla o, simplemente, solos.
QUE APROVECHE!!
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