20 abril 2007

Tranquilidad y buenos alimentos


... pero no por eso dejaron de visitar a su sobrina y a su ama, encargándoles que tuviesen cuenta de regalarle, dándole de comer cosas confortativas y apropiadas para el corazón y el celebro, de donde procedía, según buen discurso, toda su mala ventura.

Don Quijote
(Naturaleza muerta de cocina. Cezanne)

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