Se escogen unas sardinas medianas y muy frescas.
Se descaman.
Se limpian de tripas y se les corta cabeza y cola.
Se enjuagan muy bien, se secan, se emborrizan en harina y se fríen a fuego fuerte poco tiempo.
Se reservan.
El escabeche se hace con dos partes de aceite y una de vinagre corriente.
Mientras tanto se filetean dos ajos y junto con dos hojas de laurel se doran en el aceite sólo.
Cuando estén, se aparta la sartén del fuego y se añade una cucharadita de pimiento molido dulce, removiendo hasta disolver.
Se añade la parte de vinagre y un puñado de pimienta negra en grano.
Se pone un ratito al fuego para que el vinagre suelte su ácido, unos tres o cuatro minutos.
Se añaden las sardinas y se dejan cocer unos cinco o seis minutos a fuego mediano.
Sacamos el laurel y dejamos enfriar.
Podemos tenerlas en la nevera cuatro o cinco días, cubiertas con su escabeche; ideal para el veranito que llega.
Súperfácil y riquísimas.
(Peces. José Sánchez Hidalgo)
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