22 febrero 2011

Reloj de garbanzos


No podía soportar la vista de un reloj y por lo tanto no había ni uno en su casa. "Un reloj -decía- es una cosa rara y estúpida". Calculaba el tiempo y sobre todo la hora de las comidas, que era la única que le importaba, con sus cazuelas, una de las cuales estaba siempre llena de garbanzos cuando se despertaba. Con aplicación y regularidad iba pasando ininterrumpidamente a otra, garbanzo a garbanzo. Así tenía sus colaciones en un día medido por cazuelas. "Cada quince cazuelas -decía- necesito un tentempié. Es muy sencillo."

La peste
Albert Camus

(Edvard Munch)

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