27 mayo 2011

Pollo con duraznos


Josefa preparó una cena inolvidable, no sólo por el asunto que la provocaba, sino por el aroma a duraznos iluminando el pollo que sirvió. Como cualquier soltero, Zavalza tenía devoción por el pollo casero, cosa que no podía decirse del estómago de Diego Sauri, que como todo marido que se respete, veía al pollo con la displicencia con que miran la costumbre quienes han olvidado el horror de no tenerla. Así que Josefa se inventó lo de los duraznos para complacer de una vez la añoranza que su probable yerno sentía por lo doméstico, y la ambición de aventura que Diego necesitaba saciar durante las comidas.

Mal de amores
Ángeles Mastretta

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