Cenan en la rue Michelet, en un restaurante lleno del suave estrépito de platos, una larga cena que casi parece una reminescencia; tanto les complace y les alegra comer en silencio. Alzan la mirada y se descubren intercambiando sonrisas. Al final les entra el sueño. Se atiborran de queso, époises, citeaux, especialidades de una región conocida por su comida.
Juego y distracción
James Salter
(Vino y queso. Barbara Olsen)
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