La prueba de la ciruela claudia asombra por su evidencia; tan evidente es, como digo, que lo deja a uno desarmado. Su fuerza estriba en una constatación universal: al morder la fruta, el hombre comprende al fin. ¿Qué es lo que comprende? Todo.
La elegancia del erizo
Muriel Barbery
(Bodegón de ciruelas. Antonio Marano)
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