12 febrero 2014

Comida segura

Después del sermón nos condujeron al comedor, que se hallaba separado del resto del local por nun tabique; se componía de largas mesas y bancos, y dos señoras negras nos sirvieron grandes escudillas de cocido de carne, un buen trozo de pan y una manzana. Era todo gratis, y tenía lugar cada día, a las siete de la tarde. Suspiré aliviado. La comida la tenía asegurada.

La cofradía de la uva
John Fante

(Mujeres comiendo. Francisco Bores)

No hay comentarios: