01 febrero 2016

Un tazón de jarira

Una vez se hubo marchado, me tomé un buen tazón de jarira caliente y, luego, me preparé un café. El agua, al hervir en el cazo, empañó los vidrios de la ventana de la cocina y la casa se encogió amablemente sobre sí misma, protegiéndome y obligando a la noche a cambiar de signo.

Mimoun
Rafael Chirbes

(Bodegón con tetera. Rosario de Mattos)

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