Desayuno mínimo
Habíamos decidido aprovechar la jornada de sol hasta el máximo y, concluido el aseo, nos pusimos el bañador. Abajo, la madre nos ofreció un bol de leche y un corrusco de pan. Tenía la cocina muy limpia, con los cazos colgados de la espetera y la vajilla bien ordenada en el vasar.
El viaje
Juan Goytisolo
No hay comentarios:
Publicar un comentario