Miel con mantequilla
Alguna vez había quedado en una pastelería de la plaza con una chica que, con unas restricciones draconianas, era entonces mi novia. Cuando podíamos, comíamos miel con mantequilla. Cuando no, nos sentábamos en las bancas que había debajo de las acacias.
Otra vida por vivir
Theodor Kallifatides
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