Café y pipa
Lo mismo me ocurría con la escritura. Era como si me encontrara de guardia. Y si me despertaba a las tres de la mañana, me levantaba, hacía café, encendía mi pipa, y escribía en la mesa de la cocina hasta que llegara la hora de tomar el tren que me llevaría a mi estudio.
Otra vida por vivir
Theodor Kallifatides
No hay comentarios:
Publicar un comentario