23 junio 2023

CENA

Toqué la puerta con los nudillos y esperé. Al abrirse me inundó un olor a cebolla friéndose y mantequilla derretida. Pedro, vestido como siempre, con su camisa de cuadros y su chaleco de punto, se echó a un lado invitándome a pasar.

La cena resultó opulenta, somo siempre. Creo que Pedro usaba mi presencia como excusa para pasar largas horas preparando esos platos que no cocinaría estando solo. Cenamos entraña de ternera con salsa de almendras sobre una base de patatas panadera y setas. De postre, un bizcocho de limón con glaseado. Después, un café de puchero caliente y suntuoso al que Pedro no me dejó añadir azúcar para no distorsionar su sabor.

Un libro de familia
Santiago Pajares

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