27 marzo 2008

Oda al hinojo


En el monte el hinojo
esbelto, espeso, crece caprichoso.
La lluvia con su arrojo
lo nutre esplendoroso,
su rebusque resulta engorroso.

Judías de media luna
pan frito, ajo y garbanzo bañado,
tienen desde su cuna
remedio de cuidado.
Todo ello con amor salpimentado.

Te traen a las mesas
guiso medicinal de madrecitas.
Haces noches no espesas
y colmas sibaritas
paladares que con gusto imitas.

Ante ti se postró
de hinojos la diosa agradecida
de la tierra, y mostró
su arabesca venida
con su conciliador dolor de vida.

¡Oh humilde hinojo
que alegre tu verdor armonioso,
esparce mi sonrojo
si quedo sustentoso
por este excelso plato oloroso!


Oda al hinojo
Mª José Gámez Gámez

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