Déjame rodar manzanas en tu sexo,
néctares de mango,
carne de fresas:
Tu cuerpo son todas las frutas.
Te abrazo y corren las mandarinas.
Te beso y las uvas sueltan
el vino oculto de su corazón
sobre mi boca.
Mi lengua siente en tus brazos
el zumo dulce de las naranjas.
Y en tus piernas
el promegranate
esconde sus semillas incitantes.
Déjame que coseche los frutos de agua
que sudan en tus poros.
¡Mi hombre de limones y duraznos!
Dame a beber fuentes de melocotones y bananos,
racimos de cerezas.
Tu cuerpo es el paraíso perdido
del que
nunca jamás
ningún Dios
podrá expulsarme.
Amor de frutas. Gioconda Belli
(Fruits of delight. Juan Kelly)
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