17 noviembre 2009

El pan nuestro de cada día


Los días se sucedían, transcurriendo así semanas y meses. Lo mismo que sus compañeros de trabajo, ahora se levantaba a las tres, bebía su café y se llevaba la doble rebanada de pan que la señora Rasseneur le preparaba la víspera.

Germinal
Émile Zola


(Pan y vino. Ana Arango)

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