El pan nuestro de cada día
Los días se sucedían, transcurriendo así semanas y meses. Lo mismo que sus compañeros de trabajo, ahora se levantaba a las tres, bebía su café y se llevaba la doble rebanada de pan que la señora Rasseneur le preparaba la víspera.
Germinal
Émile Zola(Pan y vino. Ana Arango)
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