30 mayo 2015

Una taza de café caliente

Le dio un largo trago a la taza de café. Aún no se había enfriado lo suficiente, y el líquido bajó ardiente por su garganta, abrasándola. No ayudaría nada a su incipiente ardor de estómago, pero serviría para espabilarla.


El Paciente, 2014
Juan Gómez-Jurado

ESTE POST SE LO DEDICAMOS A NUESTRA QUERIDA AMIGA HERMINIA, por los lunares.

Desde aquí le mandamos besos y abrazos porque nos alegramos mucho de su éxito, muy, muy, muy TRABAJADO Y MERECIDO. OLÉ y OLÉ.

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