07 mayo 2018

Plátano verde

A las ocho y media, una tímida campanilla avisaba a los huéspedes que podían acercarse; las puertas de las cabañas se abrían todas al mismo tiempo y la gente salía descalza, apresurándose con paso glotón. Pero a las ocho y media, el taxi de Clarence, ya la estaba esperando, haciéndole señas; ¡con los atascos, no llegaría a tiempo a la sesión! Y Clarence, corriendo, apenas se atrevía a birlar una tostada o un plátano todavía verde...

El primer siglo después de Béatrice
Amin Maalouf

No hay comentarios: