Loreto también ha coincidido con Cipriana, a quien vio entregándome el paquete de alimentos, que me han durado tres o cuatro días.
-Así que es usted la que le salva de morir de hambre -le agradeció sinceramente.
-Ondaquines -dijo Cipriana-: un par de tortillas de patatas, filetitos de buey, agua y café. Y le sobra, los ermitaños comen poco.
La higuera
Ramiro Pinilla
(La comida frugal. Pablo Picasso)
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