Té con leche
Intento aparentar indiferencia,
parecer distraído, hacerme el loco.Lo intento. Pero es de todo puntoinútil. El deseo es más fuerte. Y cedo.
Y acabo por mirar. Y entonces, cuando
ya me he rendido (y sólo entonces),la muy golfa se da puerta. No sin antesvacilarme lo justo para que no abandone,y le alegre el té con leche un día más.Mañana nos vemos
Karmelo G. Iribarren
(Taza. Ángela Sierra)
1 comentario:
Es imposible no rendirse a un buen té con leche, sobre todo en invierno. Me ha gustado tu escrito.
Saludos.
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