24 enero 2013

Café de Brasil


Trajeron un montón de jarras, una tras otra, más de las que yo era capaz de contar. Y después un montón de tazas, una tras otra, también más de las que yo era capaz de contar. Los invitados, que todavía estaban eructando después de esa gran comilona, volvieron a sentarse y probaron vacilantemente unos sorbos de café de Brasil, como si fuera alguna clase de medicamento chino.

Grandes pechos amplias caderas
Mo Yan

(David Stoupakis)


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