Te conocí
en el Supermarker. Entre carne
y verduras enlatadas
mi amor
ha madurado prontamente.
Y seguí caminando
a tu costado. Tú mirabas
el pan hecho paquetes; las manzanas,
las uvas, las cerezas
en sus frescos envases
tentadores. Había
mucha luz
en esa esquina. El aire
despeinaba tu sonrisa.
El paraíso perdido
Winston Orrillo
1 comentario:
El poema esta incompleto.
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