El día era intolerablemente caluroso y sofocante. Kolpakov acababa de comer y de beberse una botella de pésimo vino de Oporto, estaba de mal humor y tenía mal cuerpo. Ambos se aburrían y aguardaban a que menguara el calor para salir a dar un paseo.
La corista
Antón Chéjov
(Naturaleza muerta. Kimmo)
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