26 diciembre 2006

Marisa

Ingredientes:
- queso de burgos sin sal
- uvas, piñones
- torreznos (piel de tocino de papada)
- granada, hojas de menta
- ron viejo, limón, miel
Se fríen unos torreznillos minúsculos a fuego fuerte (tienen que quedar crujientes) y se dejan sobre papel absorbente.
Se pelan y despepitan las uvas, haciéndoles un agujero y rellenándolo con dos o tres piñones.
Se fríen las uvas en mantequilla sin sal y se reservan.
Hacemos una especie de almíbar con ron, una cucharada de miel y el jugo de medio limón; se pone al fuego hasta que veamos que todo ha ligado bien y está en su punto.
El postre es individual y se monta del siguiente modo: empezamos haciendo rodajas con el queso, se parten por la mitad y ponemos entre mitad y mitad de queso, tres uvas.
Sobre cada trozo de queso, tres o cuatro torreznillos intercalados con tres o cuatro piñones.
Encima, una puntita de menta fresca
Se baña con una cucharada del jarabe de ron y miel.
Por último, se esparcen alredor unos granos de granada u otro fruto rojo.

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