Treinta años de silencio, de no preguntar qué demonios pintaba allí. "Le gustan los higos", se decía en el pueblo al principio, cuando algún curioso husmeó y descubrió, primero, el esqueje, y después, el hijuelo de higuera que el hombrecillo regaba por las noches.
La higuera
Ramiro Pinilla
No hay comentarios:
Publicar un comentario