Café sin café
La señora Rosen, la madre de Ellen, también estaba allí, en el sillón opuesto. Tomaban café juntas, como hacían a menudo. Claro que no era café auténtico, aunque ellas seguían diciéndolo así: "Tomar café". En Copenhague no había café auténtico desde el inicio de la ocupación nazi. Tampoco había té auténtico. Sus madres bebían agua aromatizada con hierbas.
¿Quién cuenta las estrellas?
Lois Lowry
(Cafe Latte. Joy Alldredge)
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