-¿Sucede algo? -le preguntó en voz baja a Oboshi.
Este se puso en pie negando con la cabeza y le pasó una taza humeante, parecía relajado.
-Cuando termine de desayunar le mostraré algo, señorita Tanaka.
Una vez apuró su té y una bola de arroz, siguió a su guía en silencio.
El viaje de Tanaka
David Cantero
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