En realidad, no importaba por qué razón el cuarto actuaba en mí, sino de qué manera actuaba. Me hacía mi café, encendía mi pipa, encendía el ordenador, y el mundo entero me cabía dentro.
Otra vida por vivir
Theodor Kallifatides
Somos un grupo de amigos. Nos gusta cocinar, saborear la amistad y la buena mesa.
Las campanas del reloj del Museo de Geología anunciando las seis de la tarde, rompieron el sortilegio. Tenía que regresar a darle de merendar a mi papá. Rápidamente me dirigí a la panadería "La Rosa", que afortunadamente sigue en pie y me compré unas conchas. al llegar a casa le preparé a mi papi su chocolate con agua y en vasija de madera, como se lo preparaba su abuela y nos sentamos a comerlas mientras escuchábamos un disco del trío Los Panchos.